En pleno 2025, mientras muchas voces luchan por los derechos de los animales y la empatía avanza en la conciencia social, el restaurante Costa Brava, uno de los lugares de lujo más conocidos en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, parece vivir anclado en el desprecio y la indiferencia.
Clientes y testigos reportaron que en este exclusivo restaurante mantiene a un perrito amarrado en condiciones indignas, expuesto al sol, el calor, sin sombra adecuada ni acceso visible a agua limpia.
Como si eso no fuera suficiente, el personal de vigilancia fue captado gritándole “¡Cállate, cállate!” simplemente por ladrar, una reacción violenta que refleja una completa falta de sensibilidad.
Cómo es posible que un restaurante que presume elegancia y distinción trate así a un ser vivo, El contraste entre los manteles finos y el trato cruel hacia un animal es simplemente inaceptable.
No se trata solo de un problema de imagen, se trata de maltrato animal, y debería tener consecuencias.
En lugar de dar el ejemplo y promover un entorno amable y ético, Costa Brava incurre en prácticas que rozan la negligencia.
Esto pone en duda no solo sus valores corporativos, sino también el tipo de liderazgo y supervisión que permiten que esto ocurra a plena luz del día.
Los animales no son objetos decorativos ni sistemas de alarma.
Son seres sintientes que merecen respeto, cuidado y dignidad.
Más historias
Denuncian irregularidad en servicio de didi
PROFEPA CLAUSURA GRANJA
ROBAN 370 MIL PESOS EN SAN CRISTÓBAL